1. Luz: Estos cactus requieren una exposición prolongada a la luz solar directa para un crecimiento saludable. Colócalos en un lugar donde puedan recibir al menos 6 horas de luz solar directa al día. En interiores, elige una ventana soleada donde puedan recibir luz solar brillante.
2. Riego: El riego debe ser moderado. Durante la primavera y el verano, riega profundamente cuando el sustrato esté completamente seco y permite que el exceso de agua se drene por completo. En otoño e invierno, reduce la frecuencia de riego y deja que el sustrato se seque más entre riegos para evitar la pudrición de las raíces.
3. Sustrato y drenaje: Utiliza un sustrato específico para cactus que proporcione un buen drenaje. Una mezcla de tierra para cactus y arena gruesa o perlita funciona bien. Asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje para evitar el encharcamiento y la acumulación de agua alrededor de las raíces.
4. Temperaturas: Estos cactus prefieren temperaturas cálidas durante el día y ligeramente más frescas por la noche. Protege las plantas de las heladas y las temperaturas extremadamente frías, ya que pueden dañarlas. Mantén los cactus en un lugar con una temperatura ambiente constante y evita los cambios bruscos de temperatura.
5. Protección solar: Aunque disfrutan de la luz solar directa, debes protegerlos del sol abrasador durante las horas más calurosas del día, especialmente en verano. Si notas que las plantas se están quemando, muévelas a un lugar con luz solar indirecta o proporciona sombra durante las horas de mayor intensidad solar.
Con estos cuidados adecuados, tu Astrophytum myriostigma quadricostatum debería crecer felizmente y mostrar su hermosa apariencia distintiva. Recuerda observar regularmente tus plantas para detectar signos de problemas y ajustar tus cuidados según sea necesario.
